En cualquier caso, el barómetro de aceptación con respuesta de compromiso es igual que el recibido por las otras instituciones sociales, las bibliotecas populares o los centros de salud o ambulatorios, iglesias, parques públicos y otros espacios sociales. Lo que hace pensar que el público no ha recibido suficiente información o tiene un nivel cultural y cívico bajo y no se ha enterado bien de los objetivos y necesidades cubiertas para algunas de las funciones especializadas en cada diferente espacio social. También es posible que el desarrollo organizacional no esté bien gestionado por el director. El aprovechamiento de la institución Centro social genérica -para cualquier tipo de público de cualquier edad- es una oferta que hace el municipio de forma gratuita, pero cuesta dinero y es algo que las personas deben captar como de ellos, lo que también le da sentido a las actividades desarrolladas; además es un hecho cultural, algo que se puede aprender y que recibe valores de uso común. Estas premisas son como debe ser planeado y promocionado.
En las comunidades donde no hay centros para la tercera edad, son el Centro social, la Biblioteca, la Iglesia y hasta el Ambulatorio los que 'asumen automáticamente esas prestaciones' a estos clientes y se transforman en unos receptores de esa población por un fenómeno de isomorfismo. También en este tipo especializado por edad son diferentes las percepciones según el país: a centros creados como estándar, para todos, solamente va gente mayor y en otros ni se ha pensado en un centro común y solamente existe el de mayores. En las ciudades los okupas responden a este mismo mecanismo y crean sus propias instituciones okupando edificios vacíos y creando el centro social okupado, que no tenían, como centro juvenil, de sus actividades de cultura popular.